En el siglo XIX, fué demostrado que lo que se llamaba “jade” reagrupaba en efecto dos minerales distintos:
La “jadeíta”, de la familia de los piroxenes, que es la más dura y la más rara, tiene una sonoridad cristalina, su color va del blanco al verde oscuro, hasta lavanda. El jade imperial es una jadeíta verde esmeralda.
La “nefrita”; resinosa, de color desde verde espinaca hasta blanco (llamada grasa de cordero) está compuesta por un anfíbol cálcico, clasificándose entre la tremolita y la actinolita, y que tiene un índice de refracción y una densidad más débiles que la jadeíta.
Estas dos piedras son utilizadas en gemología bajo un único término: “jade”.
La “magnetita-jade” es el nombre comercial de un jade negro con inclusiones de magnetita.
La “cloromelanita” es el nombre de una jadeíta verde oscura con venas negras muy rica en cosmocloro cromífero.
La Maw-sit-sit que fué descubierta en 1963 por Gubelin en Myanmar, en los mismos yacimientos que el jade imperial, al noroeste de Myanmar, es en efecto una roca, una mezcla de muchos minerales como la jadeíta con cromita, con ureyita, con simplectita, con cosmocloro y con natrolita y con sus venas blancas que están constituídas de albita.
El nombre de jade vendría del Maya “Yash” que significa verde, o si no del español “piedra de la ijada” o del portugués “piedra de ijada”, la “piedra del flanco” porque se la consideró que curaba los cólicos renales.
Los hombres del neolítico han fabricado armas y objetos pulidos, la nefrita fué llamada “hacha de piedra”. Los chinos han esculpido el jadi (la nefrita), la piedra celeste, desde más allá del año 2000 antes de Cristo. Los Olmecas y los Mayas le dieron una gran veneración a la jadeíta que simbolizaba la eternidad, la inmortalidad… Ellos hacían brazaletes, anillos, pendientes, aretes,collares, estatuillas que eran ofrendas a los dioses. Después de 1850, se han buscado los yacimientos que ellos explotaban y parece admisible que existía uno solo realmente importante, aquel del río Montagua.
Marco Polo, luego de sus viajes a la corte del emperador Kubilai Khan (siglo XIV) informa en Europa Occidental de la existencia del jade. A pesar de las prohibiciones, los portugueses son los primeros en importar la nefrita desde China en el siglo XVI. Los españoles informan enseguida sobre la jadeíta de América del Sur.
En Asia el jade es símbolo de buena suerte y de salud, viene regalado para todo tipo de ocasiones: nacimientos, bodas, cumpleaños, graduaciones y hasta para la firma de contratos profesionales.